Espiritualidad

Como Dominicana nuestra espiritualidad es fundamentada en los de la familia dominicana:

Aprofundada en el estudio;
Celebrada en una oración viva;
Vivida en comunión fraterna;
Fortalecida en el ardor apostólico en la óptica de la opción por los pobres y no incluidos.







Espiritualidad que es:

Centrada en la Palabra de Dios;
Escuchada con el corazón y la inteligencia;
Anunciada y manifestada por toda la vida (cf. Const. 4.C).







Fundamentándose, aún, en la inspiración:

Trinitaria como fuente de nuestra consagración bautismal, en el seguimiento radical de Jesús Cristo;
Holística que nos coloca en comunión con el cosmos, creación amorosa de Dios “cuidando” de la vida y promoviéndola en todas sus dimensiones;
Encarnada, descubriendo la manifestación de la presencia amorosa, misericordiosa y redentora de Dios en nuestra vida y en la vida del pueblo;
Que tenga el sentido de la Historia, buscando en las raíces de nuestra Tradición. La savia de la audacia y del compromiso de nuestras Hermanas y Hermanos, nuestra fidelidad criadora al carisma de Domingos y Anastasie;
Que nos despierte para la vivencia de nuestro ser mujeres consagradas dominicanas, animando nuestra esperanza, alegría, gratitud y sensibilidad;
Que nos ayude en la unificación de nuestro ser Mujeres integradas e integradoras, transparentes y auténticas, uniendo enraizamiento y abertura, contemplación y acción, mística y profecía, Tradición y misión.
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